
Afuera, una llovizna empañaba constantemente el parabrisas, que al ser barrida en arcos sobre el vidrio, refractaba las dos luces rojas del doble remolque, que a un tráiler cuya matrícula estaba tan cubierta de lodo que era imposible distinguir su origen, arrastraba delante del autobús de pasajeros.Adentro, la única luz provenía del tablero, desde donde […]
La carretera —